Fotografía de obra
El registro de obra es una de las claves para mostrar bien tu trabajo. Te comparto algunos consejos para que puedas hacer, de manera 100% casera, las mejores fotos posibles con tu celular.
Necesitás:
• Un espacio amplio y luminoso. Puede ser una habitación o un patio, con luz natural y difusa. La luz debe rebotar sobre la obra de manera indirecta (es decir, ubicá tu obra a la sombra). Podés hacer rebotar la luz del sol con un cartón blanco.
• Un teléfono celular o una cámara digital.
• Un fondo neutro. Usá una pared blanca o neutra, para que el fondo no distraiga ni compita con la obra que querés fotografiar.
Paso 1
Si es una pintura, podés colgarla en la pared, o apoyarla sobre una silla. La obra debe quedar a la altura de tu mirada, a 90° del piso.
Paso 2
Colocate a 1,5 metros de distancia de la obra y parate enfrente de ella con la cámara. Es muy importante que te ubiques frente a la obra, justo enfrente de ella, evitando ponerte en ángulos o en diferentes alturas.
Paso 3
Sacá una foto y chequeá si todos los bordes externos de la obra se ven bien. Siempre se tiene que ver el fondo (es decir, la pared) en los costados. No te preocupes por la pared en este momento. Hacé varias tomas y luego revisalas en tu galería de fotos hasta que estés conforme con un par.
Paso 4
Elegí la foto que tenga mejor luz y foco. Luego, en Photoshop o en alguna app de post-edición de imágenes, encuadrá la obra (recortá solo la parte donde aparece tu pintura). Acá sí vas a eliminar el fondo o la pared.
Para obras que no puedan ser colocadas en la pared, tenés dos opciones:
A. Colocala sobre una mesa, cuidando que el fondo y la base sean de color neutro (una pared o una sábana blancas).
B. Apoyá el objeto sobre una superficie neutra (blanca) y tomá la foto bien desde arriba, evitando colocarte en ángulo.
Errores comunes
• Que una parte de la obra no se vea porque quedó fuera de cuadro (una punta o parte de la obra). ¡Suele pasar!
• Que haya un rebote del flash de la cámara en alguna parte de la obra. No uses flash.
• Que se vean sombras no deseadas, incluso de tu mismo brazo o mano sosteniendo la cámara.
• Que haya muy mala iluminación (poca luz, o demasiada luz del sol).
• Que la foto esté fuera de foco.
• Que la toma esté hecha desde un ángulo (desde un costado) y no de frente.
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