top of page

Reseñas y textos curatoriales de Victoria Villalba

 

 

 TEXTO CURATORIAL 

Por Victoria Villalba

A PUNTO DE EXPLOTAR O DERRETIRSE

Texto curatorial para la exposición “Fragmentos resignificados: resistentes” de Silvio Fischbein en el Centro Municipal de Arte de Avellaneda, Buenos Aires, Argentina, 2024.

Fragmentos resignificados podría ser una ciudad imaginada por un niño, en la cual desfilan robots, se elevan edificios y se escuchan distintos sonidos. La obra pregunta, ¿cómo es el mundo? 

Los mapas, dados vuelta, nos invitan a cambiar de posición para intentar leerlos; los bebés de cotillón, encapsulados, aglomerados, solitarios, nos miran a punto de explotar o derretirse. 

Podemos recorrer esa ciudad desde las vistas satelitales que nos proponen las obras, imaginar cómo cambiaríamos cada uno de los módulos que integran esta exposición, diseñar un nuevo circuito electrónico de papel. Podemos encontrar en un taper un continente y, a la vez, un contenido. Pero, sobre todo, podemos vernos en los pequeños espejos e intentar sanar una herida.

Así como a los chicos no les importa el origen, el color de piel o el idioma a la hora de jugar, los distintos alfabetos y lenguajes que aparecen en los diarios que componen estos collages espaciales no encuentran jerarquías: todos podemos ser iguales. 

Ese es nuestro potencial. Un potencial que se esconde en la pregunta “¿Querés jugar conmigo?”.

Como en un juego libre, sin reglas, Fragmentos resignificados, de Silvio Fischbein, se impone como una obra inconclusa, donde podemos hacer que lo inesperado ocurra en cualquier momento.

 

 TEXTO CURATORIAL 

Por Victoria Villalba

RIZOMAS. PALABRA REVELADA

Texto curatorial para la exposición “Rizomas. Palabra Revelada” de Cristina Duro en Imaginario Galería, Paraguay 423, Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 2024.

En botánica, un rizoma es el tallo horizontal, similar a las raíces, que produce brotes hacia arriba y raíces hacia abajo. 
En la década de 1970, los pensadores franceses Gilles Deleuze y Félix Guattari adoptaron el rizoma como concepto filosófico, y transpolaron este término botánico a un modelo descriptivo o epistemológi
co en el que la organización de los elementos no sigue líneas de subordinación jerárquicas: cualquier punto puede conectarse con otro punto. 
En el campo literario, plantearon que, mientras que la estructura clásica de una novela se asemejaba a la estructura de un árbol (en la cual el tron
co es la trama lineal y las ramas, las historias que se desprenden de ella), la organización de las novelas con líneas múltiples responden al modelo rizomático; no existe un centro.
Cristina Duro nos presenta en Rizomas. Palabra revelada un conjunto de obras de distintas series y técnicas, que incluyen el trabajo con la bi y la tridimensión. Sus procesos, que implican la impresión, el gofrado, el plegado, el dibujo con bisturí y el grabado, le dan lugar a la huella y a la palabra en distintas formas. 
Su modelo también es rizomático, cada elemento en el espacio tiene su lugar, su identidad, su historia. Ninguno es más importante que el otro, su corpus de obra se extiende en todas las direcciones, planteando distintas líneas de fuga. 
Rizomas es una obra incontenible, que crece, dice, libera, camina y nos revela otra organización posible como sociedad.

 

 TEXTO DE SALA 

Por Victoria Villalba

HABLO SOLA

Texto curatorial (resumido) para la exposición individual “Hablo Sola” de Alejandra Lunik (Argentina) en el Centro Cultural Recoleta, Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 2023.

Estas historias retratan lo absurdo, disfuncional y contradictorio de la vida contemporánea. Las viñetas –de rápida lectura y de acción prolongada– se resuelven con una exquisita economía de recursos y excelencia técnica, producto de las lecturas, fantasías y experiencias de Alejandra Lunik. La dibujante, ilustradora y humorista gráfica es, además, autora de los libros Hablo sola (2022), Andá a lavar los platos (2021) y Lola (2015). La presente exhibición reúne una selección de viñetas publicadas en el diario La Nación desde el año 2016 y hasta el presente. “Hablo sola” es un inteligente testimonio gráfico de nuestra neurosis, abordada desde el humor.

 

 TEXTO CURATORIAL 

Por Victoria Villalba

LA VOZ DE LA AUSENCIA

Texto curatorial para la exposición “Versiones del Duelo” de Vanina Carbajal en el Museo Estación Cultural Lucinda Larrosa, Río Negro, Argentina, 2023.

¿El duelo es el conjunto de procesos que se desatan frente a una pérdida. Estas pérdidas pueden ser diferentes: la separación de una pareja, la mudanza y el desarraigo, la casa vacía cuando los hijos crecen y se van, entre otras situaciones. Hay distintos tipos de duelos. Y, a la vez, hay tantos duelos como personas.
En “Versiones del duelo”
la artista y psicóloga Vanina Carbajal nos convoca a hablar específicamente del duelo por la pérdida de un ser querido. Sin mayores eufemismos: sobre la muerte de una persona que hemos amado. 
En cada cultura hay distintas maneras y rituales para hacer estos duelos. En la nuestra, quedan las cenizas, todo lo físico desaparece, no se habla de la muerte. Sin embargo, ¿qué nos proponen los objetos que alguna vez fueron de esas personas amadas? Una pipa, un juego de mesa, un perfume. ¿Qué tienen para decirnos con su presencia frente a la ausencia?
Este espacio se convierte en un templo, un lugar seguro donde podemos preguntarnos cómo aparece la vida en el acto de duelar. La sala funciona como un dispositivo, habilitado por el arte, para hacer el duelo a través de los objetos y las notas que los acompañan. Aquí es posible dejar, al menos por un rato, la palabra fuera de nosotros. Compartir. Estar. Decir lo indecible.
Cada historia, cada anécdota, cada recuerdo pasa a ser leído por un otro que se acerca a contemplarlo y a escuchar lo que tenemos para decir. 
El pasado pasa a ser presente; la ausencia, presencia. El dolor es iluminado. La muerte es nombrada.

WhatsApp Image 2023-06-02 at 09.23.30.jpeg

 TEXTO CURATORIAL 

Por Victoria Villalba

DORIS

Texto curatorial para la exposición “Doris: el concepto de grabado expandido en relación al dibujo y la historieta” de Yamila Gigena, en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, 2023.

¿Quién es Doris? En este mural de sitio, la artista cordobesa Yamila Gigena presenta un conjunto de dibujos y grabados “expandidos” que nos desafían a armar historias desde nuestra propia subjetividad. Estas imágenes, sin marcos, sin secuencia, sin texto, devienen en una obra inmersiva. Presentan fragmentos de una realidad, de un universo hogareño que se vio reflejado en primer lugar como bocetos y dibujos publicados en el fanzine Doris, creado en plena pandemia y principal antecedente de este muro instalativo. La obra presentada en esta sala revela la permeabilidad entre disciplinas y lenguajes, específicamente entre las Artes Visuales y la Historieta. A través de pequeñas anécdotas de sus mascotas (entre las que está su gata, Doris) y del detalle de algunos objetos cotidianos que observó con especial atención en pleno confinamiento, la artista nos interpela a ingresar en un manga y a escribir, caminando, nuestro propio relato.

Cuatro paredes pueden ser insuficientes para definir una habitación, pero sí pueden afirmar un mundo. La dureza y la frialdad de los muros no detienen las ganas de acariciar el pelaje de Doris. Algunos otros seres aparecen, aunque el inventario no es simple de descifrar. Porque lo cotidiano, llevado a otra escala, adopta formas exóticas. Sin marcos de dónde agarrarnos, algunos ojos nos miran, esperando una respuesta o, tal vez, un movimiento. ¿Cómo podríamos sostenernos? El papel es un muro. Nuestro cuarto propio, un montaje que nos envuelve.

 

 TEXTO CURATORIAL 

Por Victoria Villalba

DIÁLOGO CON EL TIEMPO

Curaduría y texto curatorial para la exposición “Diálogo con el tiempo” de Marila Tarabay en el Museo de Arte Contemporáneo Argentino (MACA) de Junín, Buenos Aires, Argentina, 2023.

Marila Tarabay (Buenos Aires, 1979) es pintora y muralista. Esta exposición reúne un corpus de pinturas en óleo sobre tela realizadas desde 2013 hasta la actualidad. La obra Soberana obtuvo el Primer Premio en el XVII Salón Nacional de Artes Visuales de Junín en 2022. 

La obra de Tarabay comenzó a florecer luego de que la artista sufriera dos graves accidentes pintando murales. El primero fue en 2013, cuando se quebró una clavícula. El segundo fue en 2014, cuando se le rompieron varias de sus vértebras, quedando encorsetada durante varios meses. Por entonces, su preocupación era si alguna vez podría volver a pintar como antes –confirmando así su irrenunciable vocación artística.

Los espacios cotidianos que aparecen en sus pinturas –la cocina, el jardín, el escritorio– representan mucho más que escenarios: protagonizan la escena, tienen entidad e identidad, se erigen como un autorretrato. Por su parte, los cuerpos no-hegemónicos de sus obras siempre están desnudos, incluso con la ropa puesta. Son un espejo que nos devuelve una imagen íntima, personal, política sobre las maneras de habitar el propio cuerpo.

Podemos detectar la acumulación de los minutos, las horas, los días sobre la mesa. Cada escena encierra muchas escenas en su interior. Cada pintura encapsula el paso del tiempo. La identidad recorre el espacio, deja su huella, toca, mueve, come, bebe, se enamora.

¿Por qué peleamos con nosotros mismos? ¿Cuánto nos cuestionamos? ¿Cómo nos miramos? Las figuras enfrentadas nos convocan a observarnos frente al espejo. Somos esa figura opuesta y complementaria.

La vida, al igual que la naturaleza, es cíclica: estamos en un continuo florecer y marchitar. Esta muestra nos lo recuerda con obras que nos disparan directo a la cabeza o al corazón.

 RESEÑA 

 

SALIR POR LA VENTANA

Por Victoria Villalba

Sobre el trabajo de la fotógrafa María de la Paz Gutiérrez (Argentina).

Como en un sueño, los recuerdos se asoman en escenarios, situaciones y pieles diferentes. En un presente fuera del tiempo, aparecen cuatro niños que se bañan, duermen siestas, espían, juegan, se lastiman. Imágenes que nos sumergen en historias confusas, en incómodos momentos íntimos familiares, donde el límite entre lo real y lo imposible parece desdibujarse. 

En el ensayo fotográfico Alfombra mágica, la artista dispara relatos que se ubican en las antípodas del arquetipo de la infancia feliz. Detrás de esas miradas serias, de esos ángeles abandonados, e incluso directamente de esos ojos vendados, se revela una niña que se divierte, ahora, tomando fotos de sus propios hijos.

Entre los animales embalsamados, las gallinas degolladas, los limones recién recolectados, la fotografía huele a naturaleza muerta, a la vez que rinde culto a la escultura con un vestido que se erige como estatua entre la bruma.

Su siguiente ensayo, Jardín de invierno, es una oda al tenebrismo que pudimos vivir en el confinamiento por la pandemia Covid-19. Cuando la vida pareció tener un paréntesis, Gutiérrez lo aprovechó con maestría caravaggista para transpolar lo cotidiano a relato de horror y de amor. 

Una vez más, en el seno de su familia, y esta vez en las entrañas de su hogar, la artista jugó con sus hijos como intérpretes para hablar del devenir de los días en el encierro, entendiendo la sucesión de los días como un eterno domingo. 

Para hablar de esto, creó y recreó imágenes perturbadoras, sugerentes y liberadoras, donde desliza posibles miedos, finales, fantasías. Nos interpela con la sutileza de las sombras de las rejas sobre los rostros, de las sábanas arrugadas por tanto ocio, del sol filtrado por las ventanas de la ciudad. Cada rincón de la casa, reconocido hasta el límite, expande sus dimensiones, inventa otras puertas y nos expulsa por la ventana.
Gutiérrez pintó, con sus fotografías, como una Artemisia Gentileschi de nuestra época, el aplastamiento del encierro, la vida endogámica, y puso –literalmente– el corazón sobre la mesa.

La economía de recursos, la ejecución inmaculada y el provocativo trabajo sobre los límites decretan una obra definitivamente hipnótica. Así, esta artista contemporánea argentina presenta a la fotografía como recurso para vivir, sobrevivir e, incluso, para maternar.

 RESEÑA 

 

CONSTRUCCIONES DE UN OBRADOR

Por Victoria Villalba

Sobre el trabajo del artista plástico Javier Pi (Uruguay).

La obra abstracta del artista uruguayo Javier Pi presenta una compleja red de fracturas, reparaciones y erosiones en su superficie, como una manera de ver el mundo y de encontrar belleza en la imperfección. 
Los japoneses crearon un término para nombrar esa belleza: wabi-sabi. Este concepto compuesto no tiene una traducción exacta en español, pero podríamos acercarnos a su significado, entendiendo que “wabi” es la elegante belleza de la humilde simplicidad, mientras que “sabi” es el paso del tiempo y el subsiguiente deterioro. 
A la indudable influencia oriental del wabi-sabi en las obras de Pi, se suma la repercusión del gran artista catalán Antonie Tàpies. 
Si tenemos en cuenta que “el cuadro, para Tàpies, es un activador de la contemplación, un instrumento para perturbar los hábitos perceptivos del espectador haciéndole partícipe de una realidad alternativa, oculta bajo la rutina y la alienación”*, podremos descubrir la potencia de cada obra de Pi para hablarnos sobre el paso del tiempo, el silencio y la armonía en la imperfección.

Podemos catalogar su arte como pintura matérica, donde los materiales “dejan de estar en función de una idea exterior a ellos mismos, para ser la idea en sí. No hay diferencia entre materia y forma, idea y lenguaje. (...) La pintura pasa de un lugar transparente, para convertirse en una superficie opaca, en un auténtico muro”**.
El excepcional corpus de obra de este artista contemporáneo uruguayo nos invita a encontrar la calma y la belleza en la historia de los materiales, objetos y superficies. Más que cuadros o pinturas, son construcciones y deconstrucciones donde podemos afirmarnos en la asimetría, aceptando que nada está terminado, nada dura para siempre, y nada es perfecto. 

 

* Extracto de Tàpies, Grandes pintores del siglo XXI, Barcelona, Globus, 1995.
** Extracto de Fundació Antoni Tàpies, Barcelona, 2004.

 

 

 RESEÑA 

 

HISTORIAS QUE NOS TRAE EL MAR

Por Victoria Villalba

Sobre el trabajo de la artista visual Lily Ferreira Erdozain (Argentina).

Como si hubiesen sido traídas por las olas del mar hasta la orilla, las obras de Lily Ferreira Erdozain nos invitan a ser contempladas por vez primera.

Allí, en esos trozos de madera recuperada, también se recuperan historias. Historias familiares, de la propia infancia, pero también de los lugareños, de aquellos que supieron habitar las tierras de Pinamar.

Los relatos biográficos se sellan sobre la textura de la madera, con la impredictibilidad de la técnica de foto-transferencia. La artista realiza una selección sugerente, donde los rostros nos convocan a dialogar con ellos y a sumergirnos en las historias que pudieron ser.

Cada pieza es irrepetible. Los troncos y las maderas de descarte, inteligentemente utilizados como dispositivos, son la confirmación orgánica de que el arte y la naturaleza pueden ir de la mano.

Así, estas obras son, además, sustentables. Provienen de la recolección que realiza la propia artista en los bosques, playas y calles de Pinamar. Es decir, la materia prima con la que trabaja ya tiene un historial, un recorrido, un pasado. 

Tomando la madera recuperada como punto de partida, Lily Ferreira Erdozain plasma imágenes que tocan nuestras emociones. La artista, además, interviene a través del dibujo y la pintura los inesperados resultados de la transferencia fotográfica, subrayando miradas, situaciones, sueños.

El resultado: fotos que se “revelan” en su contacto con la madera y que nos invitan a escuchar su verdad.
 

bottom of page