Este juego modular, basado en triángulos de madera, estimula la creatividad,
la atención, la observación, la inteligencia espacial y la memoria. Diseñado tanto para grandes como para chicos, Trianguland obtuvo en 2019 el Sello Buen Diseño Argentino.
En diálogo con Untable Magazine, Flavio Siganda nos cuenta cómo nació
el juego y cuáles son los desafíos que tiene como emprendedor independiente.
Flavio Siganda, diseñador gráfico por la Universidad de Buenos Aires, se considera un hacedor autodidacta, amante del trabajo de taller y de la madera. Comenzó en 2012 con Animaderos, una familia de criaturas de madera que funcionan como objetos lúdico-decorativos. En 2019, jugando con algunos triángulos de descarte que atesoraba en su taller, fue descubriendo un mundo que devino en el producto Trianguland.
“Cuando empecé a descubrir todo lo que se podía representar con los triángulos, quise que otros pudieran pasar por esa experiencia”, nos cuenta Flavio. “Pero me di cuenta de que no es algo sencillo lidiar con los triángulos sin una guía inicial. Las tarjetas del juego son una invitación a descubrir ese mundo de posibles combinaciones y representaciones, a la vez que funcionan como un estímulo para lanzarse al juego libre”.
Trianguland propone cuatro niveles de juego: inicial, medio y experto (según la complejidad de las tarjetas), y “libre”, para crear diseños propios, figurativos o abstractos, a partir de los módulos. Este último modo de juego hace que Trianguland sea apto para un abanico de edades muy amplio. Niños y adultos mayores estimulan funciones tales como la atención, la observación, la inteligencia espacial.
Flavio ya había obtenido el Sello Buen Diseño Argentino con Animaderos en 2012. Esta distinción oficial es otorgada por el Ministerio de Producción de la Nación a los productos de la industria nacional que se destacan por su innovación, por su participación en la producción local sustentable, por su posicionamiento en el mercado y por su calidad de diseño. Y en 2019, volvió a obtener ese sello con Trianguland.
Como emprendedor, nos cuenta que esta distinción es un fuerte estímulo para seguir creando, y que apuesta a seguir sumando productos que se destaquen por su originalidad, diseño y calidad. El principal desafío, para Flavio, es “hacer que el proyecto crezca en un contexto cada vez menos previsible, cambiante”.
El juego hoy se vende de manera directa en la cuenta de Instagram @trianguland, y se consigue en las tiendas del Centro Cultural Recoleta, la Fundación PROA y el Museo MAR de Mar del Plata, así como en otros espacios dedicados a los juegos didácticos.
Por Victoria Villalba, para Untable Magazine
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www.instagram.com/trianguland
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